Sergei Prokofiev - страница 15
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Los resultados de los exámenes finales habían sido publicados en los periódicos de San Petersburgo. El domingo 24 de mayo de 1914 en la Sala Teatral del Conservatorio, a la una de la tarde, se celebró el Acto público del Egreso N° 49 de los estudiantes del Conservatorio de San Petersburgo.
Los profesores
Aleksandr Glazunov (1865—1936)
Ya siendo parte del Conservatorio, Prokofiev realizaba varias rebeldías en contra de Glazunov, considerándolo exponente de una visión conservadora de la música. Sin embargo, la discordia entre ellos no duró mucho tiempo. Como se sabe, Glazunov observaba seriamente los pasos de Prokofiev en su carrera y muchas veces le ayudaba en la promoción de sus primeras obras. Durante toda su vida Prokofiev guardó un profundo respeto hacia él. La influencia creativa de Glazunov se reflejaba en el hecho de que muchas veces los estudiantes practicaban tocando su música en sus casas. Por ejemplo, Prokofiev y Miaskovski interpretaban a cuatro manos la reducción para piano de su Quinta y Sexta Sinfonía. Con Vera Alpers, tocaba la Séptima y Octava Sinfonía. A pesar de que Sergei Prokofiev siempre trataba de evitar cualquier tipo de influencia sobre su arte, con el paso de los años demostraba cada vez más cierta dependencia de lo que sentía en los años de su juventud. Tal vez por eso su Quinta Sinfonía, compuesta en 1944, resultó absolutamente madura, musicalmente entera y perfecta por su forma que recuerda a las obras de Glazunov.
Nikolai Rimski-Kórsakov (1844—1908)
Rimski-Kórsakov estaba a cargo de las clases de orquestación. Sus clases duraban cuatro horas por semana y a ellas asistía una gran cantidad de alumnos. Con tanta gente, era imposible dedicarle tiempo a cada uno de ellos. Prokofiev recordaba que las clases no eran demasiado eficaces porque los alumnos se cansaban muy rápido en el lapso de esas horas. Muchas veces el profesor dedicaba todo el tiempo en la corrección de las tareas. Un día los alumnos tuvieron que hacer la orquestación de la Marcha para cuatro manos de Schubert. A Rimski-Kórsakov no le había gustado lo que había hecho Sergei. Le preguntó: «¿Qué es esto? ¿Por qué la melodía central está interpretada por un violoncelo solo?». Prokofiev contestó: «Porque no me gusta cuando los violoncelos suenan juntos». «¿Pero usted lo ha escuchado alguna vez de esta manera?», seguía el profesor. «Sí, ayer, en una sinfonía de Sibelius». «¿Pero por qué en Sibelius y no en la Obertura para Ruslán y Ludmila de Glinka?», insistía Rimski-Kórsakov.
No obstante, Prokofiev admiraba la música de Rimski-Kórsakov. Asistió varias veces al Teatro Mariinski para ver las presentaciones de su ópera La leyenda de la ciudad invisible de Kítezh. Recordaba que aplaudía hasta sentir dolor en las palmas.
Anatoli Liadov (1855—1914)
En cuanto a las clases de Liadov, Prokofiev las recordaba con cierto disgusto, considerándolas aburridas y monótonas. El profesor le parecía desagradable y pensaba que tenía un interés mínimo por despertar una aspiración creativa en los alumnos. Prokofiev contaba que en las clases de contrapunto y fuga Liadov exigía una correcta conjugación de voces. Si alguien de los estudiantes se atrevía a introducir en sus ejercicios alguna «libertad», Liadov se molestaba mucho y les gritaba: «¡Si están aburridos de mis clases, pueden irse a las de Richard Strauss o Debussy!».